30 julio, 2005

Noches Heladas

De fondo, Tom Waits acompaña con sus gruñidos y aullidos propios de la gran ciudad. A lo lejos, se ven las luces rechinantes de un millón de carros, los que se alejan de golpe. Las figuras se retuercen en medio de la nada. El ambiente se enrarece más y los sentidos se retuercen, se aferran a formas menos amables que lasa normales. Sin embargo, se adolece en el oido el equilibrio.

Todo cae, se devuelve. 'On the Way (to Oklahoma)' suena en el cerebro. Los pasos son errados y torpes. Se cruzan unos con otros. La visión se pone peor. Es como si los sentidos en vez de aumentarse se perdieran de forma veloz. Se puede decir que es normal eso: los vasos, las voces, las risas... es todo un sin fin de vueltas sobre vueltas sobre vueltas y mis ganas de vomitar sobre todos.

Y quizás eso necesito: vomitar. Tirar las entrañas en la acera y dejar que algún perro se alimente de ellas. Mientras yo miro el festín en medio de la bruma...

Mientras pienso esto, no dejo de escuchar en mi mente al rock "desértico". Bien ad-hoc con el paisaje.

27 julio, 2005

Memorias acústicas

A propósito de recuerdos, hay uno que siempre anda cruzando mis nueronas. Era el invierno del 99. Antes, un conpañero, Marsupial, me había prestado un cassette de, según él, una banda que haría alucinar a cualquiera.
Era en la mañana. La práctica escolar habitual era sentarse (o inetentar eso) y enchufarse los fonos del personal. Así se olvida todo más fácil: el viaje, la soledad, las angustias adolescentes. Además, los viajes en micro sirven para adentrar una enormidad en los dramas típicos del púber común y silvestre. Aceptémoslo, todos lo fuimos en algún momento. De hecho, hay unos cuantos que todavía no pueden salir de esa fase.
Otra cosa curiosa ese día era que acompañaba a un amigo a hacer unso trámites de suma importancia, al menos para él. Para mí, era una excusa para viajar en micro y me acompañé con esta cinta.
En el membrete se leía congelador. Jamás los había oído nombrar. Me coloco los fonos en los oidos... mil sensaciones. Vértigo, nauseas, gusanos de luz devorando las nueronas, carcomiendo sesos. El viaje ya no era el mismo. El vehículo se trasladaba más rápido que antes. Aumentaba de tamaño, de dimensiones desproporcionadas a dimensiones irreales.
Sudaba como cerdo. Sentía empaparme, el asiento adherido a mí. Era espectador de luces que se extendían como lombrices. El paisaje urbano había desaparecido. En su lugar, había una mancha permanente, como si alguien hubiese derramado tinta en lugar de construir.
A la hora exacta llegué al lugar de reunión: Plaza Italia. Al momento de bajar y sacarme los audífonos, volví de un viaje extrañísimo, perverso, a la "civilización". Estaba agitado, como cuando uno corre hasta no dar más. No entendí mucho que pasaba... con suerte sabía dónde había que ir.
En la casa, luego de ir por el centro toda la mañana, revise bien la grabación. Insisto en que no sabía que era el sonido ni de dónde provenía. Más tarde, me enteré de congelador y de su propuesta que en ese entonces era calificada por los "sabios" como "los sonic youth chilenos". Ahora, que ya cunetan con cuatro discos y más mundo en el cuerpo, lo de ellos fue siempre la innovación y la experimentación sónica pero con raices locales. Lo que Carlos Cabezas, en el nuevo trabajo de Electrodomésticos, definió tajantemente como "la nueva canción chilena".

25 julio, 2005

Montando días extraños

Por poco que pierdo el conocimiento. Me atonto de pensar en que puede existir un mañana mejor, cuando en medio de la vorágine de destrucción que apreciamos en nuestros cómodos asientos de primera fila todo se derrumba, se autodestruye.
Vemos impávidos como las fuerzas del bien, o del supuesto bien mejor dicho, se transforman en asesinos sin misericordia, presos del pánico. Quizás la paranoia sea un lugar cómodo después de todo. Es más, tiendo a pensar que es hasta justificable advertir que la paranoia es causal de las más atroces realidades. Es decir, no sólo se justifica la muerte con esto... cualquier acto indeseable se puede atribuir a ésto.
Más allá del sonido, lejos de susurros fríos, oscuros e inocentes, la paciencia de pocos comienza a agotarse. La falta de sueños y la sustitución por pesadillas hace que sea más trágico este momento. El agobio de saber quien está al lado tuyo consume hasta las ganas de conocer cualquier cosa.
Miro al espejo y veo a Alicia hablar tristemente con el gato invisible. ¿Qué le pasará?¿Acaso el gato le contó la verdad de su estadía en el país de las maravillas? Camino por la senda amarilla, esperando a que el Mago de Oz sea capaz de devolvernos la confianza en nostros mismos, en vez de disparar al primero que corre, como si fuera un concurso de tiro al blanco patético y bizarro.

24 julio, 2005

De cuestiones de jazz

Escudriñando en medio de los formatos de audios digitales, descubrí recientemente una interrogante que se planteaba por allí relacionada con los extraños designios del jazz en su inmensa ramificación.
Es en este recorrido virtual (o casi) que descubrí a músicos tan multifacéticos como diferentes de sus contemporáneos norteamericanos. Tanto el inglés Evan Parker, como los suecos Mats Gustafson y Peter Brotzmann entre otros se han destacado por seguir los caminos extraños del free-jazz y sus senderos más intrincados. De hecho, Mats Gustason colaboró el año pasado con Sonic Youth y editaron 'Hydros 3', un tributo bizarro a Patt Smith, en el que se alzan los sonidos noise característicos de la seminal banda y las improvisaciones del jazz de europa. Esto prueba que, efectivamente, los sonidos jazzeros de europa parecen ser más libres que sus contemporáneos de otros lados.
Otra prueba es que, al momento de escuchar el trabajo de 2003 de Brotzmann, 'Never Too Late b ut Always to Early', uno se puede percatar del sabor a Ornette Coleman que hay en ese trabajo (tributo al fallecido y también innovador contrabajista Peter Kowald), de la sintuosidad y la forma de demostrar que el saxofón se esconden mundos llenos de color que no se aprovechan.
El otro ejemplo es el inglés Parker. Éste ya había colaborado con el gran Miles Davis, por lo que su particular visión del jazz necesariamente se tenía que acercar a elementos más allá de los tradicionales "Bop" (Post.bop, Bee-bop). Por lo mismo, se inclinó a trabajos sustentados a elementos teóricos matemáticos (su último disco 'Memory/Vision' es prueba de ello) lo que convierte una visión más del jazz en elementos mucho más rebuscados e intrincados.
Pero también existen en el viejo continente otros músicos que, influenciados directamente por el gran Davis, se han arriesgado a seguir en la exploración de ritmos y poliritmos que, en el caso contrario de los anteriores, que siguen la escuela del mencionado Coleman y el subvalorado Albert Ayler, se enmarcan dentro de caminos como el Jazz Modal o la fusion, características significativas dentro de las últimas obras de Miles.
Erik Truffaz es uno de ellos. El saxofonista francés ha seguido la investigación de los ritmos africanos y de otras latitudes que hacía Miles y los ha llevado a extremos insospechados. Su último trabajo, Saloua , sigue esa premisa y a través de sonoridades marroquíes, francesas y también con el jazz europeo de este francés a la trompeta, entrega un más que destacado a´lbum en el que se funden mundos diferenntes en uno solo.
Otro que siguió la premisa de Miles fue Dave Douglas, el que con 'Mountain Passages', retoma un aspecto más reposado del jazz, pero con visiones propias del europeo: altitud, paisajes reales de las altas cumbres. Algo bastante notorio, si consideramos además las vinculaciones de Douglas con el ya mítico John Zorn en diferentes agrupaciones.
De esta forma, uno puede encontrarse con más músicos en el camino europeo del jazz y que, a pesar de estar influenciados de corrientes adversas (la libertad del free-jazz versus la meticulosidad de la fusion y el post-bop, sobre todo), se pueden establecer patrones como que, en cierto sentido, ambas formas ha tenido sus propias revisiones dentro del viejo continente. Por un lado, la parte norte de europa que más que seguir con el free-jazz puro, ha apostado a la utilización de elementos ligados a otras corrientes (electrónica, noise, dub, entre otros), mientras que en Francia (sobre todo el el país galo) se continúan investigaciones de fusión, particularmente de la rica multiculturalidad que se da ahí. En ese sentido, se retoman los trabajos de Miles y se hacen más innovaciones al mismo.
Y mientras el jazz europeo continúa en eso, el norteamericano se devanea entre las ansias de innovación (Bill Frisell es la prueba de ello) con las experimentaciones clásicas de Keith Jarrett ('Radiance' resultó un disco fuera de serie, en un acercamiento único del creador con su instrumento. Diría que casi a la altura del ya mítico 'Koln Concert'), los que son fieles representantes de las movilidades del jazz en su camino más arriesgado. Lástima que los demás valoren a figuras menores que, con el tiempo, sólo probaran fórmulas ya efectuadas y sin sabor. Una pena... uno siempre aspira a escuchar sensaciones diferentes.

23 julio, 2005

Reuniones

Mucho menos publicitada que la reunión de Pink Floyd fue la de Van Der Graaf Generator. O sea, en términos sencillos, fue como una reunión "de culto" de una de las bandas de culto más importantes y destacables del rock progresivo clásico. De ese cuando Yes se lucía como la mejor banda de rock sinfónico y Genesis, con Peter Gabriel obviamente, daba dramatismo y teatralización a las presentaciones en vivo.

VDGG siempre será una banda compleja. De esas que te pasean sólo con sensaciones y con composiciones que se jactan de su superioridad musical, pero no de manera arrogante. El resultado de su regreso nos presenta a músicos maduros, firmes en lo que tienen y deben demostrar y no tanto en los lucimientos individuales, como se pensó que Peter Hammill lo haría.

Es de esos viajes que no se pierden, se agradecen. Esa mixtura notable de elementos del hard-rock con toques más vanguardistas e incluso con algo de jazz (me parece que, junto con KC, fueron los primeros en hacer esto) lleva a una aventura musical de proporciones. En efecto 'Present' ratifica esto y un poco más.

Salud!!! Por el regreso de VDGG

22 julio, 2005

Mañanas Productivas

Gratas sorpresas se lleva uno... en especial cuando las mañanas nortinas no arrecian con un viento frío que, aunque suene paradojal esto, suele helar hasta las buenas intenciones. La condena eterna, el ejercicio constante... ninguna de esas falacias sirven cuando nos enfrentamos al viento extraño y cambiante de esta parte de la realidad.

Veo el día correr leeeeennnntttttttaaaaaaammmeeeeeeennnntttttteeeee... como si fuera una carrera tipo Nascar, pero con sobredosis de narcóticos en los sentidos, o peor, con la misma sensación de, cuando niño, ves las imágenes de la parada militar y te preguntas ¿si todos se ven iguales, por qué se molestan en pasar siquiera?¿Qué les da por saludar a personas que ni siquiera respetan a todo el sol?

El árbol del frente me saluda con un verde radiante, casi siniestro, si me lo preguntan. Desconfío, además de las monjas, de los colores muy vivos. Da la impresión de que son extrañamente pretensiosos, demasiado confiables. Demasiado queribles y eso no es muy "natural", o que lo diga Darwin y su famosa teoría de la selección natural, que al final demostró que sólo el fuerte tiene que dominar todo. ¿Habrá considerado que, justo con eso, se han justificado todas las invasiones, guerras, matanzas, asesinatos varios, limpiezas étnicas, entre otras?

Miro el espejo. Sale un ojo cercenado por la pasta dental e incrustado en la toalla de mano, se pierde en medio del lavabo... en medio de la pobredumbre y el hedor. Al final nos reducimos a hedor flotante en medio de cañerías corroídas por el progreso.

Bienvenidos al mundo de Pineapple Thief

Este es el retrato que efectuado por un pseudo artista gracias a las maravillas de la tecnología

¡Salud!

21 julio, 2005

El primer aliento

No es muy grato sentir las manos heladas... duele el escribir, el pensar siquiera. Uno se concentra en como diablos se calentará las manos... en fín. Escuchó a una de las novedades de este año, el grupo inglés Guapo. Bastante interesante, por lo demás. Es como eso que dicen "minimalismo", pero con el toque preciso para que el cuento no sean sólo ruidos molestos que hacen azotarse contra la pared. De hecho, se pueden reconocer texturas sónicas bien ligadas al pop (como construcción, obviamente). Es denso, pero lo suficiente para que te guste.
No por nada el señor Patton los fichó en Ipecac... sabia movida, si me lo preguntan.

El primer aliento.