24 julio, 2005

De cuestiones de jazz

Escudriñando en medio de los formatos de audios digitales, descubrí recientemente una interrogante que se planteaba por allí relacionada con los extraños designios del jazz en su inmensa ramificación.
Es en este recorrido virtual (o casi) que descubrí a músicos tan multifacéticos como diferentes de sus contemporáneos norteamericanos. Tanto el inglés Evan Parker, como los suecos Mats Gustafson y Peter Brotzmann entre otros se han destacado por seguir los caminos extraños del free-jazz y sus senderos más intrincados. De hecho, Mats Gustason colaboró el año pasado con Sonic Youth y editaron 'Hydros 3', un tributo bizarro a Patt Smith, en el que se alzan los sonidos noise característicos de la seminal banda y las improvisaciones del jazz de europa. Esto prueba que, efectivamente, los sonidos jazzeros de europa parecen ser más libres que sus contemporáneos de otros lados.
Otra prueba es que, al momento de escuchar el trabajo de 2003 de Brotzmann, 'Never Too Late b ut Always to Early', uno se puede percatar del sabor a Ornette Coleman que hay en ese trabajo (tributo al fallecido y también innovador contrabajista Peter Kowald), de la sintuosidad y la forma de demostrar que el saxofón se esconden mundos llenos de color que no se aprovechan.
El otro ejemplo es el inglés Parker. Éste ya había colaborado con el gran Miles Davis, por lo que su particular visión del jazz necesariamente se tenía que acercar a elementos más allá de los tradicionales "Bop" (Post.bop, Bee-bop). Por lo mismo, se inclinó a trabajos sustentados a elementos teóricos matemáticos (su último disco 'Memory/Vision' es prueba de ello) lo que convierte una visión más del jazz en elementos mucho más rebuscados e intrincados.
Pero también existen en el viejo continente otros músicos que, influenciados directamente por el gran Davis, se han arriesgado a seguir en la exploración de ritmos y poliritmos que, en el caso contrario de los anteriores, que siguen la escuela del mencionado Coleman y el subvalorado Albert Ayler, se enmarcan dentro de caminos como el Jazz Modal o la fusion, características significativas dentro de las últimas obras de Miles.
Erik Truffaz es uno de ellos. El saxofonista francés ha seguido la investigación de los ritmos africanos y de otras latitudes que hacía Miles y los ha llevado a extremos insospechados. Su último trabajo, Saloua , sigue esa premisa y a través de sonoridades marroquíes, francesas y también con el jazz europeo de este francés a la trompeta, entrega un más que destacado a´lbum en el que se funden mundos diferenntes en uno solo.
Otro que siguió la premisa de Miles fue Dave Douglas, el que con 'Mountain Passages', retoma un aspecto más reposado del jazz, pero con visiones propias del europeo: altitud, paisajes reales de las altas cumbres. Algo bastante notorio, si consideramos además las vinculaciones de Douglas con el ya mítico John Zorn en diferentes agrupaciones.
De esta forma, uno puede encontrarse con más músicos en el camino europeo del jazz y que, a pesar de estar influenciados de corrientes adversas (la libertad del free-jazz versus la meticulosidad de la fusion y el post-bop, sobre todo), se pueden establecer patrones como que, en cierto sentido, ambas formas ha tenido sus propias revisiones dentro del viejo continente. Por un lado, la parte norte de europa que más que seguir con el free-jazz puro, ha apostado a la utilización de elementos ligados a otras corrientes (electrónica, noise, dub, entre otros), mientras que en Francia (sobre todo el el país galo) se continúan investigaciones de fusión, particularmente de la rica multiculturalidad que se da ahí. En ese sentido, se retoman los trabajos de Miles y se hacen más innovaciones al mismo.
Y mientras el jazz europeo continúa en eso, el norteamericano se devanea entre las ansias de innovación (Bill Frisell es la prueba de ello) con las experimentaciones clásicas de Keith Jarrett ('Radiance' resultó un disco fuera de serie, en un acercamiento único del creador con su instrumento. Diría que casi a la altura del ya mítico 'Koln Concert'), los que son fieles representantes de las movilidades del jazz en su camino más arriesgado. Lástima que los demás valoren a figuras menores que, con el tiempo, sólo probaran fórmulas ya efectuadas y sin sabor. Una pena... uno siempre aspira a escuchar sensaciones diferentes.

1 Comments:

Blogger El señor K. said...

Veo que ha seguido el buen ejemplo de su hermano mayor y se lanza en picada a conquistar este espacio virtual que es todo menos democrático.
Bueno leerlo en el frío de Santiago mientras usted combate otros fríos, anclado entre el desierto y el mar.
Bueno escucharlo hablar de música con propiedad que no le desconocía pero que sigue asombrándome.
Bueno reconocer entre sus palabras el rostro del hermano distante y entrañable.
Lo sigo visitando, pero otro día.
Un abrazo.

11:52 p. m.  

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