27 julio, 2005

Memorias acústicas

A propósito de recuerdos, hay uno que siempre anda cruzando mis nueronas. Era el invierno del 99. Antes, un conpañero, Marsupial, me había prestado un cassette de, según él, una banda que haría alucinar a cualquiera.
Era en la mañana. La práctica escolar habitual era sentarse (o inetentar eso) y enchufarse los fonos del personal. Así se olvida todo más fácil: el viaje, la soledad, las angustias adolescentes. Además, los viajes en micro sirven para adentrar una enormidad en los dramas típicos del púber común y silvestre. Aceptémoslo, todos lo fuimos en algún momento. De hecho, hay unos cuantos que todavía no pueden salir de esa fase.
Otra cosa curiosa ese día era que acompañaba a un amigo a hacer unso trámites de suma importancia, al menos para él. Para mí, era una excusa para viajar en micro y me acompañé con esta cinta.
En el membrete se leía congelador. Jamás los había oído nombrar. Me coloco los fonos en los oidos... mil sensaciones. Vértigo, nauseas, gusanos de luz devorando las nueronas, carcomiendo sesos. El viaje ya no era el mismo. El vehículo se trasladaba más rápido que antes. Aumentaba de tamaño, de dimensiones desproporcionadas a dimensiones irreales.
Sudaba como cerdo. Sentía empaparme, el asiento adherido a mí. Era espectador de luces que se extendían como lombrices. El paisaje urbano había desaparecido. En su lugar, había una mancha permanente, como si alguien hubiese derramado tinta en lugar de construir.
A la hora exacta llegué al lugar de reunión: Plaza Italia. Al momento de bajar y sacarme los audífonos, volví de un viaje extrañísimo, perverso, a la "civilización". Estaba agitado, como cuando uno corre hasta no dar más. No entendí mucho que pasaba... con suerte sabía dónde había que ir.
En la casa, luego de ir por el centro toda la mañana, revise bien la grabación. Insisto en que no sabía que era el sonido ni de dónde provenía. Más tarde, me enteré de congelador y de su propuesta que en ese entonces era calificada por los "sabios" como "los sonic youth chilenos". Ahora, que ya cunetan con cuatro discos y más mundo en el cuerpo, lo de ellos fue siempre la innovación y la experimentación sónica pero con raices locales. Lo que Carlos Cabezas, en el nuevo trabajo de Electrodomésticos, definió tajantemente como "la nueva canción chilena".

2 Comments:

Blogger Viddeara said...

Estar en frente de palabras que tienen la capacidad de realmente "decir" cosas es increíble y más cuando te trasportan por el mismo camino del cual vienes tú.
No iba contigo en aquella micro ni tampoco he escuchado a Congelador, pero sí en el instante de la lectura, aparté un asiento junto a ti y te pedí prestado un audífono para oir.

11:42 a. m.  
Blogger El señor K. said...

Sin duda el viaje es distinto con soundtrack.
Para la ida un acústico de Radiohead en Paris o Push the buttom de Chemical Brothers.
Para la vuelta No code, de Pearl Jam, o Blue Train de Coltrane.

10:00 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home