04 noviembre, 2006

Deep Purple - Burn


El 2004 se celebraron los treinta años de esta importante placa de los seminales Deep Purple. Una muy especial, por lo demás, puesto que marca el ingreso de uno de los frontman más laureados en el mundo del rock: David Coverdale. Además, de uno de las bajistas más queridos del orbe, el extraordinario Glenn Hughes.
"Burn" nace luego del "Who Do We Think We Are", el último cedé del período de los setentas de la banda con Ian Gillian y Roger Glove, antes de ser reemplazados por Coverdale y Hughes. El sabor de ese disco, sucesor directo de la fenomenal pieza de rock "Machine Head", fue un golpe frío y descuidado. Por lo mismo, "Burn" debía ser el regreso a un hard rock potente, creador de himnos instantáneos y que marcara a fuego a los miles de fanáticos, tanto en los EEUU como en Inglaterra.
El primer corte ya vale por todo el disco. 'Burn', la canción, es un clásico instantáneo, se mire por donde se mire. La participación de Coverdale sin duda que renovó a los Purple y logró resaltar por sobre la guitarra del virtuoso Blackmore y los teclados del talentoso Lord. Una performance notable. Puro rock, directo al cerebro. Por si fuera poco, los temas siguientes no dejan ni un sabor amargo, pues al contrario, sorprenden, como el blues a mid tempo de 'Mistreated' o los himnos al rock puro y visceral como 'Lay Down, Stay Down' o la fantástica y moderna 'You Fool No One'.
Un disco que trajo de vuelta a los Purple. En su mejor momento, no cabe duda y una de las mejores cartas de presentación de David Coverdale, quien después haría lo mismo con Whitesnake. Un discazo, rockero y, además, sumamente entretenido y técnico.

Permítaseme un somero análisis

Uno podría, con justa razón, esgrimir el argumento que luego de la universidad, el futuro está asegurado. Las puertas, abiertas.
¿Quién carajo dijo eso?
Lo cierto es, precisamente, lo contrario. Todo el mundo se atornilla a sí mismo, no queriendo perder el preciado e inefable puesto laboral que les da de comer (y otras cosas también). Nadie les puede culpar de ello, pero la preguntas es: ¿y la renovación? ¿Y los nuevos rostros? ¿Y la visión novedosa, contestataria, incluso necesitada de esta pseudo democracia, en la que está bien aceptar todo y no quejarse, o al revés, quejarse de lo que tienes y de tus problemas con personas que son ajenas a ellos?
Curioso que un área que debiese renovarse constantemente, como las comunicaciones, sea una de las más inmóviles. No culpo de ello a las personas que poseen su pega segura y, como buen trabajador de este país, es su deber cuidarla. Culpo a medios aglutinadores y carentes de discusión con alternativas y poosturas divergentes. Y no me vengan con eso de que si las hay, pues no hay nada. En la tele, todos los canales son proclives a la derecha y uno, que debiese ser de "todos", es manejado por un directorio ni siquiera representativo, si no electo por cuoteos.
Yo voto, y nadie me preguntó si tenía que votar para escoger el directorio de mi canal.
¿Y en los diarios? Como dice la canción, "mejor no hablar de ciertas cosas", más aún cuando estas se saben de cajón. Lo peor es que los medios "alternativos" y de izquierda poseen un funcionamiento tan absurdo, que es imposible que se planteen como competencias dentro del mercado para los otros. Claro que hay otros factores, como el tema de las publicidades en los medios como materia no regulada correctamente, pero resulta que en los primeros son todos "colaboraciones"... la buena onda prima, somos todos amigos. ¿Y la seriedad? Si es un medio, una empresa, debe ser seria en ese tema también y dejar el "amiguismo" de lado.
En cuanto a los medios de izquierda, el tema va más allá del avisaje, que sin duda influye. Lo principal, no obstante (y dentro de lo que se habla en este pequeño artículo) es su falencia al conformarse como empresa. De hecho, esa sola palabra desata las iras de los dogmáticos de siempre. Todos los medios de izquierda sufren de un abandono que pasa por el poco respaldo económico, relacionado directamente con la deficiente administración de los mismos. Esto, se traduce en la nula atracción de audiencias, en la cada vez menor propuesta de temas realmente influyentes y un sinfín de situaciones, que catapultan su estado terminal hasta el día de hoy.
Si vas a estudiar periodismo, no dejes que te coman. Se realista, pide lo imposible, versa el refrán. Pero también acepta las reglas. si ya estás inmerso en la basura. En todo orden natural el viejo da paso al jovén, que renueva las energías. En los medios, sucede lo mismo. Los jóvenes son los llamados a renovar la situación endeble de los media chilensis.