30 agosto, 2005

Gargantas


Diría que pasé una mala noche, pero no es así. Dormí como siempre: un tronco acostado, esperando a ser rebanado por la sierra. Diría también que eso permitió que amaneciese como si lo pero pasó, pero tampoco es cierto: ni siquiera se acerca la fase crítica. Pero acá estoy... con todo y la obstrucción que dificulta el respirar.

De fondo, suena Kaipa. Esta es una agrupación de progresivo de los ochenta, que reune a lo mejorcito de los exponentes del género. Son suecos, por lo que hay una cierta similitud en el sonido con The Flower Kings, por ejemplo, pero orientado más al neo progresivo. De hecho, la historia de estos suecos es bastante peculiar, ya que se distinguuen dos fases: la clásica, que va de 1973 hasta el 82, y la moderna, que comienza el 2000.

"Mindrevolutions" es su disco 2005. Editado por el sello InsideOut, la agrupación que en estos momentos se compone de Hans Ludin, Roine Stolt, Morgan Agren, Jonas Reingold, Patrik Lundstrom y Aleena, presentan temas muy cercanos al rock progresivo más clásico, en el que abundan las melodías de corte más sinfónico y muy luminosas.

La contra de esta placa es que no aporta un sonido distintivo (no al estilo de los mencionados Flower Kings). A veces, la recreación de elementos clásicos sólo prorevivirlos puede ser nefasta. Y si bien el álbum no es para nada malo, peca en mucho reciclaje. No obstante, si a uno le gusto lo clásico del género, puede encontrar algo rescatable.
¿Y la garganta? Bien, gracias. Un poco obstruida, perose puede vivir con eso.

26 agosto, 2005

Orange Goblin - Thieving from the House of God


Algo que me fascina es la música, dentro de un mismo género, que tenga una propuesta más refrescante y nueva. Bueno, lo de nuevo en este campo es algo discutible, principalmente porque lo que se hace ahora (salvo honrosas excepciones) son tópicos efectuados hace unos treinta, cuarenta, cincuenta y más años atrás.

En fín. Lo de ahora es el reencuentro con el metal. Es decir, hay una especie de aversión (aunque ni tanta) porque antes, en un pasadillo lejano, el género era visto con mal ojos. Ahora, han aparecido agrupaciones que han cambiado la percepción.

Una de ellas es Orange Goblin. De partida, son ingleses y no yanquis como la mayoría de las bandas "stoner", que se caracteriza por ritmos repetitivos, mucha saturación en los instrumentos (principalmente en el bajo) y cosillas prestadas de la psicodelía, como los ambientes. El también llamado "rock desértico" fue todo un suceso con Kyuss, de lo que salió después Queens of the Stone Age (a mi parecer, una de las mejores agrupaciones de rock en la actualidad)

Lo de Orange Goblin, con su "Thieving from the House of God", es increíble. Están todos los elementos que caracteriza al género: potencia, sobredecibeles, una actitud punk notoria (otro elemento importante) y, lo mejor, esa voz carrasposa que hace que te den ganas de cantar como un condenado.

Sensaciones hay muchas. Una de ellas es la ironía que tiene el nombre de la placa en sí. Contestataria a más no poder. El primer tema, 'Some you win, Some you lose', es de esos que te mueven y hacen que le "headbanging" surga espontáneamente. Lo mismo con 'One Room, One Axe, One Outcome' (genial track) y la feroz 'Hard Luck'. Los ritmos bien sincopados, llenos de esa herencia medio blues que heredó el stoner, mezclada con la actitud punk, lo que hace que se haga más que interesante seguir escuchando. Y si hay algo de blues, es con 'Black Egg', uno de los mejores cortes del disco (además de contar con una voz femenina de lujo en los coros).
Pero bueno. Esto es una muestra de lo que está haciendo Orange Goblin en la actualidad, ya que este disco es del 2004 . Un muy álbum, especial para los que son fanáticos de Kyuss (no de QOTSA, que es mucho más experimental) y para los que, saturados de las historias de magos y castillos o vampiros o alguna criatura sacada de quien sabe dónde, buscan algo con un sabor más cercano. Una historia más "hogareña" entre el decibel y la pasión de escuchar.

24 agosto, 2005

Renacimientos

Lo sé... lo sé. Hace bastante tiempo que no he escrito en esta tribuna mal habida (por algunos/as). Luego se hará una constante más acérrima.
En la próxima entrega, una banda "stonner" (bastante de acuerdo a lugar geográfico en el que me encuentro) que es, sin duda, una sorpresa: Orange Goblin.
Bueno, eso es por el momento... a la espera del duende naranja.

13 agosto, 2005

¿¿¿cuento???

Había una vez, un hombrecito gris caminando bajo el cielo gris de su ciudad gris por la calle gris, en busca de un destino gris para su vida gris.
En medio de eso, el hombrecito gris cruzó, imprudentemente, por la calle gris de su ciudad gris. Tanta mala suerte tuvo que justo al momento pasó una de esas micros amarillas que abundan en la ciudad gris.
La micro amarilla propició que el cráneo gris del hombrecito gris chocara contra el pavimento gris. Su sangre, de un extraño color rojo para la ciudad gris, se esparció hasta llegar a una alcantarilla, que bebió en su negrura, la fresca savia del triste y reventado hombrecito.



Esto es lo que es. Cualquier estupidez que piensen da lo mismo.

08 agosto, 2005

Muertes naturales????

Como si se tratase de algo "positivo" para el país, uno se encuentra con sorpresa de que la cuestionada celulosa Arauco, la misma que ha contaminado el santuario natural "Carlos Anwandter" provocando así la migración y muerte de cientos de cisnes de cuello negro, ahora tenga una "defensa corporativa" por parte del gobierno de Lagos.
Si mi memoria no me engaña, uno de los principios básicos en el establecimiento de un Santuario Natural es, precisamente, el que no sea intervenido por ninguna fuerza humana salvo para el cuidado y protección de éste. En efecto, esta labor la efectúa precariamente la CONAF, la que se ha visto superada en varias oportunidades. El caso más reciente fue el incendio en las Torres del Paine, que terminó por exponer las precariedades de este organismo.
No obstante, dadas las condicionantes CIENTÍFICAS que demostraran que efectivamente la Celulosa Arauco es la responsable directa de esta tragedia ecológica, Osvaldo Puccio, ministro secretario general de gobierno, dice "Al gobierno no le gusta tener plantas cerradas (...), es complicado por los trabajadores, para la economía e incluso por la institucionalidad ambiental".
Y no es que no se esté en desacuerdo con las condicionantes del progreso y lo que implique esto. Tampoco es el convertirse en un medioambientalista extremo e ir por el país cerrando cuanta fábrica o industria existe.
Lo único que uno espera de un gobierno es que, además de dedicarse exclusivamente de los líos que pueda tener un grupo económico (en este caso los Angelini) y que radique en pérdida para su ya fastuoso y enorme capital, se conmueva por lo que sucede en su país, en su territorio, en TODOS los aspectos, incluyendo a esas "pobres bestias" y las "pobres plantitas": Mal que mal, ellos estaban antes.
Las horrendas prácticas en contra del medio ambiente es una situación que viene desde (y aunque suene majadero, es la triste verdad que muchos quieren olvidar) tiempos de la dictadura, que propició un modelo económico absolutamente predatorio con las riquezas naturales y el medio ambiente, creando condiciones sin igual para la instauración sin control de industrias que han mermado no sólo las condiciones naturales del ambiente, también han atentado contra la vida de las personas (la contaminación por plomo y el agua con arsénico en la segunda región, lugar donde me encuentro, es la prueba fehaciente de ello).
Los gobiernos de la concertación, en su afán francamente populista, han obviado estas situaciones y, en ciertos casos como el actual, han favorecido asquerosamente a las empresas que, misteriosamente, pertenecen a grupos económicos que se consolidaron en la dictadura.
Me pregunto que irá a pasar con un próximo gobierno de la concertación (no hay duda de que si sale la derecha electa, muchas cosas en nuestro país van a ir de mal en peor. Casi tanto como la experiencia de la derecha "liberal" en España). No tengo duda alguna que continuará siendo más importante el bolsillo de pocos, sobre la vida de seres que han estado antes que nosotros.