13 agosto, 2005

¿¿¿cuento???

Había una vez, un hombrecito gris caminando bajo el cielo gris de su ciudad gris por la calle gris, en busca de un destino gris para su vida gris.
En medio de eso, el hombrecito gris cruzó, imprudentemente, por la calle gris de su ciudad gris. Tanta mala suerte tuvo que justo al momento pasó una de esas micros amarillas que abundan en la ciudad gris.
La micro amarilla propició que el cráneo gris del hombrecito gris chocara contra el pavimento gris. Su sangre, de un extraño color rojo para la ciudad gris, se esparció hasta llegar a una alcantarilla, que bebió en su negrura, la fresca savia del triste y reventado hombrecito.



Esto es lo que es. Cualquier estupidez que piensen da lo mismo.

1 Comments:

Blogger Viddeara said...

Aquí voy con mi estupidez bajo el brazo.
La mayoría de las veces somos los grises en un mundo de colores.
Incluso el rosado se hace parte de nuestro entorno. Incluso el rosado.
Soy gris yo también. ¿Esto me hace peor?.
Hombrecitos grises me rodean todo el tiempo. Un tiempo gris.
Besos grises en medio de la nada.

10:29 a. m.  

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