26 agosto, 2005

Orange Goblin - Thieving from the House of God


Algo que me fascina es la música, dentro de un mismo género, que tenga una propuesta más refrescante y nueva. Bueno, lo de nuevo en este campo es algo discutible, principalmente porque lo que se hace ahora (salvo honrosas excepciones) son tópicos efectuados hace unos treinta, cuarenta, cincuenta y más años atrás.

En fín. Lo de ahora es el reencuentro con el metal. Es decir, hay una especie de aversión (aunque ni tanta) porque antes, en un pasadillo lejano, el género era visto con mal ojos. Ahora, han aparecido agrupaciones que han cambiado la percepción.

Una de ellas es Orange Goblin. De partida, son ingleses y no yanquis como la mayoría de las bandas "stoner", que se caracteriza por ritmos repetitivos, mucha saturación en los instrumentos (principalmente en el bajo) y cosillas prestadas de la psicodelía, como los ambientes. El también llamado "rock desértico" fue todo un suceso con Kyuss, de lo que salió después Queens of the Stone Age (a mi parecer, una de las mejores agrupaciones de rock en la actualidad)

Lo de Orange Goblin, con su "Thieving from the House of God", es increíble. Están todos los elementos que caracteriza al género: potencia, sobredecibeles, una actitud punk notoria (otro elemento importante) y, lo mejor, esa voz carrasposa que hace que te den ganas de cantar como un condenado.

Sensaciones hay muchas. Una de ellas es la ironía que tiene el nombre de la placa en sí. Contestataria a más no poder. El primer tema, 'Some you win, Some you lose', es de esos que te mueven y hacen que le "headbanging" surga espontáneamente. Lo mismo con 'One Room, One Axe, One Outcome' (genial track) y la feroz 'Hard Luck'. Los ritmos bien sincopados, llenos de esa herencia medio blues que heredó el stoner, mezclada con la actitud punk, lo que hace que se haga más que interesante seguir escuchando. Y si hay algo de blues, es con 'Black Egg', uno de los mejores cortes del disco (además de contar con una voz femenina de lujo en los coros).
Pero bueno. Esto es una muestra de lo que está haciendo Orange Goblin en la actualidad, ya que este disco es del 2004 . Un muy álbum, especial para los que son fanáticos de Kyuss (no de QOTSA, que es mucho más experimental) y para los que, saturados de las historias de magos y castillos o vampiros o alguna criatura sacada de quien sabe dónde, buscan algo con un sabor más cercano. Una historia más "hogareña" entre el decibel y la pasión de escuchar.