Hace treinta y dos años, mi hermano nació. Mis padres, que en ese momento tenían unos veinte años, sólo imaginaban lo promisorio de un futuro, no excento de trabajo, por cierto. Hace treinta y dos años, yo ni siquiera pensaba en existir, pero hubo un hito que marcó la fecha con fuego y sangre... mucha sangre y sufrimiento.
Es cierto que las cosas eran bastante lejanas a lo que son ahora. Es cierto que, en el mejor de los casos, la oferta de consumo y demanda era insuiciente y en gran medida la historia ha demostrado que aquellos que poseen los medios (y los poseían en ese entonces) fueron los únicos resposables de aquello. Siempre recuerdo unas palabras de Pepe Cademartori :"antes del golpe, no había nada, pero misteriosamente todo aparecio el día después del golpe". Curiosidades de la vida. Lo cierto es que, hace treinta y dos años, los sueños de muchos fueron y continúan siendo aplastados, antes por la ota militar, ahora por los zapatos de aquellos que se protituyeron al poder y, antaño, reclamaban mayores oportunidades y se hacían presentes en el sueño de la Unidad Popular.
Ahora, escucho a Lagos decir "estamos cumpliendo las palabras finales del presidente Allende". ¿Con qué cara dice eso? ¿Acasio aseguró la salud y la educación gratis? ¿Acaso dio las garantías para viviendas dignas? Que el crecimiento económico aquí, que la macroeconomía allá... la famosa teoría del chorreo económico nunca ha sido ni será realidad. Que el famoso "crecer con igualdad", "viva el cambio" o el "siempre contigo", en dos casos, hacen que Allende se revuelque en la tumba viendo en lo VENDIDOS en que se han convertido sus "hijos políticos" y, en la famosa frase, en la pena de que ahora, cualquier imbécil manipulable por la oligarquía y el fascismo entre con tanto beneplacito en un sector que con suerte tiene para comer, cuando el sujeto en cuestión era un cómodo alcalde en Las Condes.
Nacer en septiembre es complicado. Nací cuatro días antes del 11. Cuatro años antes del atentado contra el viejo sátrapa. Ví, a los cinco años, como salían las FFEE de los pacos a pegarle a gente que decía "NO MÁS DICTADURA". Ví como un tipo con casco, en una fecha lejana, agarraba a una chica del pelo y le daba con la luma, mientras los demás corríamos perseguidos por la fuerza represiva. Viví en carne propia como la CNI secuestró a mi prima menor y torturó a mi tía, mientras acusaban bajo ningún fundamento, al paso que lo torturaban.
Vi el miedo en el rostro de mi madre y de padre, cuando pequeño, en inumerables ocasiones. ¿Acaso es malo pedir el repeto a los derechos humanos, a una vida sin sobresaltos y justa para todos?¿Por qué, en los 17 años en que Pinochet estuvo en el poder, las riquezas de unos pocos se acrecebtaron estratosféricamente, mientras el setenta porciento de los demás apenas se sotenían y, de ese porcentaje, casi un treinta no tiene qué comer?
Asumo que a esa realidad se refería Lagos cuando, en este día, dice sin verguenza "se está cumpliendo el sueño del presidente Allende". No veo cómo sea así: aún no se abren las grandes alamendas, por donde pase el hombre libre. Es más, estás se cierran cada vez más, dejando a los pocos asegurados mantenerse allí, como aves de rapiña depredando el cadaver de la "equidad social" que llaman algunos.
Nací en septiembre. Mes de las fiestas patrías para algunos. Para otros, mes de la reconciliación. ¿Para mi? mes en el que no olvido ni perdono, hasta que se haga justicia como debe ser.